Colecistitis es una inflamación aguda (corta duración) o crónica (larga
duración) de la vesícula, pero para términos prácticos de esta
discusión, nos limitaremos a describir la aguda, que es la más común.
La causa más frecuente de esta inflamación es la obstrucción
temporera del conducto que transporta la bilis fuera de la vesícula, por
una piedra. Los síntomas usualmente incluyen dolor abdominal, justo
debajo del borde inferior de las costillas en el lado derecho, nauseas,
vómitos, diarreas y fiebre. Muchas veces los síntomas resuelven por sí
solos, pero en ocasiones persisten por varias horas, requiriendo de
admisión en un hospital para tratamiento. Un sonograma es esencial
para ayudarnos en el diagnóstico. Lo primero que se recomienda es no
comer ni beber nada para evitar que la vesícula se contraiga.
Inmediatamente se empieza la hidratación intravenosa y medicamentos
para el dolor. Dependiendo del cuadro clínico, podría también recibir
antibióticos por vena. Con este manejo, la mayoría de los pacientes
resuelven la inflamación de su vesícula.

El tratamiento definitivo para evitar que esto vuelva a suceder es la
remoción quirúrgica de la vesícula, la cual se recomienda luego de que
la inflamación aguda haya resuelto por unos días. La mayoría de las
veces, esta operación se puede hacer a través de una laparoscopía,
con mínimas incisiones / cicatrices y un menor tiempo de recuperación,
aunque a veces, no queda otra opción que la cirugía tradicional. Si una
colecistitis no se trata adecuadamente, puede llevar a una perforación
de la vesícula y una inflamación más generalizada del abdomen o en la
sangre, o una fístula (comunicación) entre la vesícula y algunos
segmentos del intestino delgado.

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Colecistitis