Dolor

Pocos síntomas pueden generar un diagnóstico diferencial tan amplio
como el dolor abdominal. Las posibles razones son extremadamente
variadas incluyendo infecciones, inflamaciones, masas, tumores,
esofagitis, gastritis, úlceras, problemas de vesícula, estreñimiento,
espasmos intestinales, problemas metabólicos y hasta condiciones de
la piel y dolores referidos de la espalda entre otros.

El historial que el paciente provee ayuda mucho a su médico a
considerar más algunas condiciones que otras, por lo que es
importante estar pendiente de ciertas características para poder
reportarlas. Éstas incluyen tiempo que lleva con los síntomas, duración
del dolor, intensidad, otros síntomas asociados, factores que lo
empeoran, factores que lo mejoran, ocasiones anteriores en que han
ocurrido problemas similares, eventos o medicamentos que hayan
empezado cerca del desarrollo de los síntomas, exposiciones tóxicas
o personas alrededor que estén padeciendo de la misma condición y
cómo le ha dado tratamiento.

Su médico le hará un examen físico que le permitirá establecer si su
condición requiere de una investigación rápida en una facilidad
hospitalaria o si el manejo puede ser ambulatorio. Probablemente
como parte de la evaluación inicial se le enviarán algunos laboratorios
de sangre y quizás algún estudio radiológico para apoyar la decisión de
dónde proseguir la evaluación de sus síntomas. Con la tecnología
disponible hoy en día, su gastroenterólogo puede visualizar las paredes
interiores de su tracto gastrointestinal alto (gastroscopía) y bajo
(colonoscopía) para descartar, diagnosticar o tratar diferentes
condiciones gastrointestinales y así complementar los exámenes de
laboratorio y/o radiología que posiblemente ya se le han ordenado.

Como todo en la medicina, lo más importante es el seguimiento. Si la
decisión fue de seguir su evaluación en el ambiente ambulatorio, pero
sus síntomas no mejoran de manera satisfactoria o incluso empeoran,
no lo piense dos veces para regresar lo antes posible a la atención de
su médico para una re-evaluación. Si el sentido común le indica que la
agudeza de sus síntomas es mayor de lo que su médico tiene la
capacidad de tratar en una oficina, preséntese a la sala de emergencia
de su preferencia o más cercana para un manejo más intensivo.